Este juego utiliza una colección de pequeños grupos de hexágonos dispuestos en un círculo. Los mercenarios, en forma de pequeños bloques de madera, se colocan sobre las piezas de tierra. Los jugadores pueden entonces usar estos bloques para intentar ganar el control del tipo de mercenario correspondiente, o colocar los mismos pequeños bloques en el tablero que pueden ayudar al jugador que controla ese color.

Una vez que un jugador tiene la mayoría de los marcadores de control en un pedazo de tierra, puede construir una torre allí. La torre sirve como un marcador de control semi-permanente, así como una forma de ganar. Si dos piezas de tierra son controladas por el mismo jugador, las piezas de tierra se combinan en una, lo que hace la posición más difícil de tomar por los otros jugadores.

El primer jugador que coloque un número determinado de torres gana el juego, pero el juego también puede terminar cuando las masas de tierra se reduzcan a tres o menos, en cuyo caso el jugador con más torres colocadas gana.