El Niágara está situado en el no particularmente seguro mundo de las cascadas precipitadas. A finales del siglo XVIII, los indios Shawnee e Iroquois señalaron a los blancos Desperados, Mercenarios y Aventureros en dirección a escondidos alijos de valiosas joyas, con la esperanza de volverlos unos contra otros y alejarlos de sus ambiciones de expansión territorial. Los jugadores juegan como algunos de esos Aventureros.

El primer jugador que pueda reclamar la propiedad de cinco joyas es el ganador. Pero la persecución de las riquezas tiene algunos inconvenientes. La velocidad del río siempre está cambiando, ya que la velocidad depende de las decisiones de los jugadores y del clima cambiante. Y una vez que una canoa pasa por las cataratas, es una gran inversión para reemplazarla. Y también están los Desperados a los que hay que enfrentarse, que no están por encima de intentar saquear las riquezas de los aventureros que vuelven a casa. El Niágara se distingue por una innovadora mecánica de movimiento, así como por una hermosa representación tridimensional del escenario de la cascada: > Niagara: Los espíritus del Niágara.