Knight Line es un juego de conexión minimalista para dos jugadores.

Cada jugador dispone de 20 fichas cuadradas de su color; al comienzo de la partida, estas fichas se colocan en dos pilas adyacentes, una de cada color.

Un movimiento consiste en trasladar parte de una pila (debe dejarse al menos una ficha) a un espacio vacío realizando un movimiento de caballero. Todas las piezas deben estar conectadas al menos en diagonal durante toda la partida.

El primer jugador que haga una línea de 4, ortogonal o diagonalmente, gana.

Para compensar la ventaja del primer jugador, éste debe mover sólo una pieza en su primer movimiento.