Santa Cruz se juega en dos rondas independientes en las que los jugadores construyen casas, iglesias y faros en la isla, a la vez que desarrollan valiosos recursos.

Los jugadores comienzan cada uno con una mano de cartas, compuesta por cartas de viaje y de puntuación. A continuación, exploran un tablero con tres islas, que tienen fichas colocadas boca abajo que representan edificios y lugares, como iglesias y faros. En cada turno, los jugadores deben jugar una carta de viaje para explorar y colocar edificios de su color o jugar una carta de puntuación para obtener un tipo de edificio, recurso u otra condición del juego para todos los jugadores. Los espacios cercanos al volcán central son más valiosos, pero son vulnerables a una carta de puntuación de erupción negativa.

Si ese volcán entra en erupción, el magma podría eliminar los edificios ya construidos. ¿Mala suerte? Bueno, utiliza tu experiencia de la primera ronda para construir mejor en la segunda. No cometerás los mismos errores una segunda vez, ¿verdad? Concéntrate en seguir colonizando Santa Cruz y puntúa mientras puedas!