Dos islas en algún lugar del Océano Pacífico tratan de obtener todo el poder, conquistando la otra.

Cada isla tiene 3 bahías y un aeropuerto. El primer jugador que conquiste una bahía y el aeropuerto del enemigo y mantenga la situación el siguiente movimiento del otro jugador es el ganador.

El más interesante: No hay dados, ni cartas, ni nada de suerte. Cada tipo de pieza tiene un diagrama, una especie de plantilla, que muestra todos los movimientos alternativos y si golpeará o no. Es sólo pensamiento estratégico y movimientos tácticos. El tablero es hermoso, hecho de plástico. Las piezas están hechas de un tipo de goma que se adhieren al tablero, así que puedes guardar el juego para volver a jugar otro. Y créeme: es necesario. Es una pena que esta compañía haya hecho dos juegos con la misma mecánica y las mismas piezas y que luego hayan desaparecido.