En una interesante desviación de su estructura de juego normalmente computacional, Reiner Knizia armó este juego de negociación. Los jugadores están representados en el tablero por un grupo de políticos que se mueven a través de una red de comités, y necesitan buscar el apoyo de sus competidores para avanzar hacia el Senado. Apoyar a un oponente te da prestigio, necesario en cantidad al final del juego. Una vez que los cinco puestos del Senado están ocupados, el juego termina, y sólo los jugadores que tienen un político en el Senado son elegibles para ganar. De esos jugadores, el que tenga más prestigio gana.