Descripción del juego por parte del editor:

Rex: Días Finales de un Imperio, una versión reimaginada de Dune ambientada en el universo de Twilight Imperium de Fantasy Flight, es un juego de mesa de negociación, traición y guerra en el que de 3 a 6 jugadores toman el control de grandes civilizaciones interestelares, compitiendo por el dominio de la ciudad imperial de la galaxia que se desmorona. Ambientado 3.000 años antes de los acontecimientos de Twilight Imperium, Rex cuenta la historia de los últimos días del imperio Lazax, a la vez que presenta a los jugadores unas convincentes habilidades raciales asimétricas y emocionantes oportunidades de diplomacia, engaño y dominio táctico.

En Rex: Días finales de un imperio, los jugadores compiten por el control de lugares vitales a lo largo de un extenso mapa de la ciudad de Mecatol del tamaño de un continente. Sólo asegurando tres ubicaciones clave (o más, cuando se alía con otras facciones) puede un jugador afirmar el dominio sobre el corazón de un imperio moribundo.

Desgraciadamente, reunir tropas frente a un bloqueo de Sol en curso es difícil en el mejor de los casos (a menos, por supuesto, que seas la Federación de Sol o su aliado infiel, los Hacan, que suministran la flota de bloqueo). Los líderes más astutos deben reunir el apoyo de la población local, descubrir escondites de armas y adquirir el control de las instituciones clave. Mecánicamente, esto significa que los jugadores deben reclamar zonas que proporcionen influencia, que luego se "gastará" para (entre otras cosas) pasar fuerzas militares a través del bloqueo de Sol en órbita. Esas fuerzas serán necesarias para tomar las zonas clave de la ciudad necesarias para ganar la partida. Desde el momento en que se dispara el primer tiro, los jugadores deben buscar agresivamente los medios para convertir el conflicto en su propia ventaja.

Mientras las grandes razas luchan por la supremacía en el vacío de poder de un emperador muerto, enormes naves de guerra de Sol ejecutan sus devastadores bombardeos sobre la ciudad de abajo. Moviéndose sistemáticamente, la flota de naves de guerra de la Federación de Sol causa estragos en la superficie del planeta, apuntando a grandes franjas del tablero de juego con sus capacidades destructivas. Sólo las propias fuerzas terrestres de Sol están advertidas de la ira de la flota; todos los demás deben buscar refugio en los pocos lugares con escudos defensivos que funcionan... o ser destruidos en la tormenta de fuego resultante.

Aunque la diplomacia abierta y la negociación por la puerta trasera pueden mitigar a menudo la necesidad de derramar sangre, el combate directo puede resultar inevitable. Cuando dos o más fuerzas opuestas ocupan la misma zona, se produce una batalla. La fuerza militar de cada jugador se basa en la suma total de tropas que está dispuesto a gastar, junto con el índice de fuerza de su líder elegido. Por lo tanto, los líderes de una facción pueden ser de vital importancia en el combate... ¡pero ten cuidado! Uno o más de tus líderes pueden estar secretamente al servicio de un enemigo, y si tus fuerzas en combate están comandadas por un traidor de este tipo, la derrota está casi asegurada. Así que, ya sea en el campo de batalla o en la sala del Consejo Galáctico, ten cuidado en quién depositas tu confianza.

Todo esto, junto con una serie de reglas opcionales y variantes adicionales, significa que no habrá dos partidas de Rex: Días Finales de un Imperio se jugarán exactamente igual. Contribuyendo aún más a la rejugabilidad, las habilidades asimétricas de las facciones del juego, cada una de las cuales ofrece una experiencia de juego única.