Road Kill
Texto descriptivo del fondo de la caja del juego:
Cross-Country Demolition Racing in the 21st Century (o "Armored Leapfrog" como lo llaman sus adeptos) trae visiones de Mad Max en toda su infinita gloria a su mesa en un formato de juego de cartas fácil de jugar. Cada jugador compite en un corredor blindado equipado con un surtido de accesorios que no se encuentran comúnmente en las tiendas de repuestos. ¿El Road Hog no te dejará pasar? No hay problema, debate el derecho de paso con una ráfaga de tus ametralladoras delanteras. ¿Molesto con ese colero? -Helip, unas cuantas granadas oportunas deberían rasparlo de tu parachoques. ¿Pasador imprudente? -Helip, bueno, si tu cortina de humo no lo desanima, un empujón de los tapacubos de tu guadaña debería hacer el trabajo. Y estos son sólo los accesorios estándar. En el juego avanzado, puedes personalizar tu auto en algo que hasta James Bond envidiaría.
Corriendo bajo de combustible … mejor que te detengas en la próxima parada de descanso, pero ten cuidado con el sabotaje o el robo. Sólo los perdedores se echan una siesta durante el RoadKill. Además, qué mejor momento para salar la pista con pinchos de neumáticos o cambiar una o dos señales de tráfico. Todo va en Roadkill, un juego de combate en la autopista más vicioso que el de la autopista de Santa Mónica. Los jugadores compiten por el liderazgo para poder hacer el siguiente tramo del recorrido. Por ejemplo, un jugador con una pila de combustible nuclear querrá liderar a los demás en una alegre persecución a través de un terreno montañoso para agotar su combustible. Sin embargo, alguien que ya está corriendo con gases optará por una recta desértica para terminar la carrera antes de que tenga que entrar en boxes y renunciar al liderazgo. Pero la pole position tiene su precio, atrayendo más que su cuota de infortunio, mientras que el torbellino proporciona oportunidades en el paquete. Como si los jugadores no amontonan suficiente caos sobre los demás, el juego pone en juego una serie interminable de llaves inglesas mientras los coches se averían, el camino se ensancha y estrecha o se detiene temporalmente en una ventisca, un desprendimiento de rocas o un puente levadizo (¿o no?). Nunca se sabe lo que hay alrededor de la curva en Roadkill.
Cross-Country Demolition Racing in the 21st Century (o "Armored Leapfrog" como lo llaman sus adeptos) trae visiones de Mad Max en toda su infinita gloria a su mesa en un formato de juego de cartas fácil de jugar. Cada jugador compite en un corredor blindado equipado con un surtido de accesorios que no se encuentran comúnmente en las tiendas de repuestos. ¿El Road Hog no te dejará pasar? No hay problema, debate el derecho de paso con una ráfaga de tus ametralladoras delanteras. ¿Molesto con ese colero? -Helip, unas cuantas granadas oportunas deberían rasparlo de tu parachoques. ¿Pasador imprudente? -Helip, bueno, si tu cortina de humo no lo desanima, un empujón de los tapacubos de tu guadaña debería hacer el trabajo. Y estos son sólo los accesorios estándar. En el juego avanzado, puedes personalizar tu auto en algo que hasta James Bond envidiaría.
Corriendo bajo de combustible … mejor que te detengas en la próxima parada de descanso, pero ten cuidado con el sabotaje o el robo. Sólo los perdedores se echan una siesta durante el RoadKill. Además, qué mejor momento para salar la pista con pinchos de neumáticos o cambiar una o dos señales de tráfico. Todo va en Roadkill, un juego de combate en la autopista más vicioso que el de la autopista de Santa Mónica. Los jugadores compiten por el liderazgo para poder hacer el siguiente tramo del recorrido. Por ejemplo, un jugador con una pila de combustible nuclear querrá liderar a los demás en una alegre persecución a través de un terreno montañoso para agotar su combustible. Sin embargo, alguien que ya está corriendo con gases optará por una recta desértica para terminar la carrera antes de que tenga que entrar en boxes y renunciar al liderazgo. Pero la pole position tiene su precio, atrayendo más que su cuota de infortunio, mientras que el torbellino proporciona oportunidades en el paquete. Como si los jugadores no amontonan suficiente caos sobre los demás, el juego pone en juego una serie interminable de llaves inglesas mientras los coches se averían, el camino se ensancha y estrecha o se detiene temporalmente en una ventisca, un desprendimiento de rocas o un puente levadizo (¿o no?). Nunca se sabe lo que hay alrededor de la curva en Roadkill.
Publicado en:
1993
Jugadores:
2-10 pers
Duración:
90 mins
Edad recomendada:
+ 12 años
Puntuación:
5.88