El diseñador James Ernest lanzó The Big Idea a través de su propia empresa Cheapass Games en el año 2000, siendo el juego un híbrido de party game y juego de estrategia ligero. En ese diseño, los jugadores creaban inventos locos a partir de las cartas de adjetivos y sustantivos que tenían en sus manos, elegían simultáneamente un invento (que no fuera el suyo) en el que invertir, pagaban para invertir en otros inventos (ya fueran recién creados en esa ronda o una creación anterior), y luego tiraban un dado por cada inversión para ver si daba resultado y, en ese caso, por cuánto. El jugador que recogía más dinero ganaba.

Para la edición de 2011 de The Big Idea, de la editorial francesa Funforge, Ernest y Philippe Nouhra, de Funforge, han transformado el diseño en un auténtico party game eliminando los elementos relacionados con la obtención de dinero. Los jugadores siguen teniendo una mano de cartas de adjetivos y sustantivos, y combinan cualquier número de ellos para crear un invento de fantasía. A continuación, se turnan para presentar sus ideas a todo el mundo en el juego, presionando a los jugadores como si estuvieran frente a una multitud de capitalistas de riesgo. A continuación, los jugadores votan en secreto qué idea creen que debe ser recompensada, colocando una carta de recompensa boca abajo delante del invento elegido y cartas en blanco delante de todos los demás inventos. El jugador que recoge más recompensas gana la ronda.

A diferencia de los títulos Cheapass de antaño, The Big Idea de Funforge incluirá cartas ilustradas de alta calidad a todo color empaquetadas en una bonita caja.