La República de Roma es una abstracción de más de 250 años de historia. Simula la política del Senado Romano durante la república. Los jugadores toman parte de varias facciones que compiten por el control del senado. Controlan las diversas familias poderosas de la época, que compiten por los cargos estatales, el mando militar, las concesiones económicas y los nuevos adherentes. Para ganar el jugador debe conseguir que su facción se convierta en la más poderosa de Roma. Sin embargo, al hacer esto, se debe mantener un equilibrio. Una situación mundial hostil, y los caprichos del público de Roma significa que los jugadores también deben cooperar para que la propia Roma no caiga bajo esta presión. Si Roma no dura, tampoco el Senado, y todos los jugadores pierden!

Los jugadores hacen propuestas al Senado sobre las que luego votan los demás jugadores. La capacidad de un jugador para hacer propuestas se determina por los cargos que ocupan sus senadores. La influencia de un jugador en los votos se determina por el número de Senadores que han reclutado y el nivel de influencia que esos Senadores han obtenido. Las propuestas pueden incluir la asignación de senadores a provincias gobernadas (generando ingresos), el reclutamiento de un ejército para luchar contra un enemigo externo, la atención de las preocupaciones del pueblo romano, la asignación de cargos o el enjuiciamiento de anteriores titulares de cargos. Los jugadores tienen que cooperar para superar las diversas amenazas que el juego envía contra Roma (guerras, hambrunas, disturbios, quiebras) mientras trabajan para construir las posiciones de sus propios senadores y generales y socavar las de sus oponentes. Un General poderoso o un Senador influyente puede convertirse en Emperador (ganando así el juego) pero igualmente puede caer repentinamente en la plaga o en la espada de un asesino.